Continue Growing | Seguir Creciendo

Friday of the 1st Week in Lent
Ezekiel 18:21-28; Matthew 5:20-26

One of my college cross country and track coaches used to say, “You’re only as good as your last race.” It was a reminder that, if we ran well, we shouldn’t grow complacent and rest on our laurels; and if we ran poorly, then we had a lot of room for improvement. Ezekiel’s message is similarly two-pronged: in the areas of my life where I am living as God desires, I should continue to grow; and where I am sinning, I need to change. Staying or moving to a life of sin isn’t an option.

As he continues his Sermon on the Mount, Jesus urges us to pursue something more than Pharisaical righteousness. Observing the letter of the law is good, but it is different from holiness. If our goal is to simply avoid killing people, then we’re setting the bar too low. We need to focus on the anger and contempt we feel toward others that can lead to violence. Avoiding murder is obviously good, but seeking forgiveness and reconciliation are better.

Actions, it is said, speak louder than words. But both amplify what is in our hearts and minds. - jc

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Viernes de la 1ª Semana de Cuaresma
Ezequiel 18,21-28; Mateo 5,20-26

Uno de mis entrenadores de atletismo en la universidad solía decir: "Eres tan bueno como tu última carrera". Era un recordatorio de que, si corríamos bien, no debíamos caer en la complacencia y dormirnos en los laureles; y si corríamos mal, entonces teníamos mucho margen de mejora. El mensaje de Ezequiel tiene una doble vertiente: en las áreas de mi vida en las que estoy viviendo como Dios desea, debo seguir creciendo; y en las que estoy pecando, debo cambiar. Quedarse o pasar a una vida de pecado no es una opción.

Al continuar su Sermón de la Montaña, Jesús nos insta a buscar algo más que la justicia farisaica. Observar la letra de la ley es bueno, pero es diferente de la santidad. Si nuestro objetivo es simplemente evitar matar a la gente, entonces estamos poniendo el listón demasiado bajo. Tenemos que centrarnos en la ira y el desprecio que sentimos hacia los demás y que puede llevarnos a la violencia. Evitar el asesinato es obviamente bueno, pero buscar el perdón y la reconciliación es mejor.

Se dice que las acciones hablan más fuerte que las palabras. Pero ambas amplifican lo que hay en nuestros corazones y mentes. - jc