Extravagance and Wastefulness |  Extravagancia y Despilfarro

Monday of Holy Week
Isaiah 42:1-7; John 12:1-11

The difference between what is extravagant and wasteful and what is necessary is often a matter of perspective. It depends on our values and priorities.

For example, some consider government support for the arts to be a waste of taxpayers’ money. But others consider the arts and humanities such a necessary part of a community’s life that they merit public support through government spending. In a similar way, some see government spending on new weapons systems as essential to our national defense and the preservation of our way of life, while others see it as wasteful and even sinful in the face of unmet human needs for food, housing, healthcare, etc.

Judas saw Mary’s anointing of Jesus with aromatic oil as wasteful. He claimed that the money used to buy it would have been better spent to help the poor (and him). But Jesus saw Mary’s gesture as one of love and generosity, a necessary preparation for his passion and burial.

Today’s gospel reading confronts us with some important questions:

Am I a good steward of what I have so richly received from God?
In whom or what am I willing to invest my money, time, and talents?

What are my criteria for making these decisions:
Jesus and the gospels, or something else?

May we be as wise, generous, and loving as Mary of Bethany. jc 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Lunes Santo
Isaías 42:1-7; Juan 12:1-11

La diferencia entre lo que es extravagante y derrochador y lo que es necesario es a menudo una cuestión de perspectiva. Depende de nuestros valores y prioridades.

Por ejemplo, algunos consideran que el apoyo del gobierno a las artes es un desperdicio del dinero de los contribuyentes. Pero otros consideran que las artes y las humanidades son una parte tan necesaria de la vida de una comunidad que merecen el apoyo público a través del gasto gubernamental. Del mismo modo, algunos consideran que el gasto público en nuevos sistemas de armamento es esencial para nuestra defensa nacional y la preservación de nuestro modo de vida, mientras que otros lo ven como un despilfarro e incluso un pecado ante las necesidades humanas insatisfechas de alimentación, vivienda, atención sanitaria, etc.

Judas consideró que la unción de Jesús por parte de María con aceite aromático era un despilfarro. Afirmó que el dinero utilizado para comprarlo habría sido mejor empleado para ayudar a los pobres (y a él). Pero Jesús vio el gesto de María como un gesto de amor y generosidad, una preparación necesaria para su pasión y entierro.

La lectura del Evangelio de hoy nos enfrenta a algunas preguntas importantes:

(1) ¿Soy un buen administrador de lo que he recibido tan ricamente de Dios?
(2) ¿En quién o en qué estoy dispuesto a invertir mi dinero, mi tiempo y mis talentos?

¿Cuáles son mis criterios para tomar estas decisiones?
¿Jesús y los evangelios, o algo más?

Que seamos tan sabios, generosos y amorosos como María de Betania. jc