Fishers of Men | Pescadores de hombres

Hebrews 1:1-6; Mark 1:14-20

It’s amazing how quickly and radically Peter, Andrew, James, and John responded to Jesus’ call: “Come after me, and I will make you fishers of men.”  What compelled them to follow him?  It had to be something more than a clever turn of phrase.

Our first reading gives us a clue.  The author of the Letter to the Hebrews recalls that, unlike previous times, in Jesus his Son, God has spoken directly and comprehensively to the human family.  What move the first disciples 2000 years ago and what continues to move people today is not a word or an idea but rather a person.

Catholics sometimes get nervous when we hear someone speak about the need to have a personal relationship with Jesus Christ.  It sounds too “Protestant” or “evangelical.”  But as Pope Francis has said many times, having a personal relationship with the Lord is an indispensable part of our lives as Christians.

Jesus is the fullness of the God’s revelation to the world.  Especially as we encounter him in the gospels, he shows us who God is. At the same time, he shows us how to be fully human.  As he did with a few Galilean fishermen centuries ago, Jesus calls us where we are and as we are to follow him and become something greater. jc

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El lunes de la primera semana en tiempo ordinario

Hebreos 1:1-6; Marcos 1:14-20

Es asombroso lo rápido y radicalmente que Pedro, Andrés, Santiago y Juan respondieron al llamado de Jesús: "Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres".  ¿Qué los impulsó a seguirlo?  Tuvo que ser algo más que un inteligente giro de la frase.

Nuestra primera lectura nos da una pista.  El autor de la Carta a los Hebreos recuerda que, a diferencia de tiempos anteriores, en Jesús su Hijo, Dios ha hablado directa y comprensivamente a la familia humana.  Lo que mueve a los primeros discípulos hace 2000 años y lo que sigue moviendo a la gente hoy en día no es una palabra o una idea sino una persona.

Los católicos a veces se ponen nerviosos cuando escuchamos a alguien hablar de la necesidad de tener una relación personal con Jesucristo.  Suena demasiado "protestante" o "evangélico".  Pero como el Papa Francisco ha dicho muchas veces, tener una relación personal con el Señor es una parte indispensable de nuestras vidas como cristianos.

Jesús es la plenitud de la revelación de Dios al mundo.  Especialmente cuando lo encontramos en los evangelios, nos muestra quién es Dios. Al mismo tiempo, nos muestra cómo ser plenamente humanos.  Como lo hizo con algunos pescadores galileos hace siglos, Jesús nos llama donde estamos y como estamos para seguirlo y convertirnos en algo más grande. jc