God’s Gifts | Los Dones de Dios

Wednesday of the 4th Week of Advent
1 Samuel 1:24-28; Luke 1:46-56

Hannah and Mary were two women separated by centuries. Hannah was an older woman who had been married to her husband, Elkanah, for years. Mary was a young woman betrothed to Joseph but not yet living with him. Hannah desperately wanted to have a child, in part to shield herself from the shame and social stigma of being considered “barren.” Mary knew that becoming pregnant at that stage of her life could bring not only shame but potentially condemnation to death.

But God had plans for Hannah and Mary and gave them sons that they didn’t expect. Hannah’s son, Samuel, became a priest and prophet in Israel, a counselor to kings. Mary’s son, Jesus, became the Messiah, the King of Kings.

In our first reading, Hannah fulfills her promise to the Lord by dedicating Samuel to his service. In our gospel reading, Mary joyfully testifies to Elizabeth of God’s greatness, power, and mercy.

Each of us has a story like Hannah’s and Mary’s. The details will be different, but all of us can recall a time in our lives when God did something unexpected and wonderful. God’s gifts don’t come only at Christmas. - jc

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Miércoles de la 4ª semana de Adviento
1 Samuel 1,24-28; Lucas 1,46-56

Ana y María eran dos mujeres separadas por siglos. Ana era una mujer mayor que llevaba años casada con su marido, Elcana. María era una joven desposada con José, pero aún no vivía con él. Ana deseaba desesperadamente tener un hijo, en parte para protegerse de la vergüenza y el estigma social de ser considerada "estéril". María sabía que quedarse embarazada en esa etapa de su vida podía acarrear no sólo vergüenza, sino también una posible condena a muerte.

Pero Dios tenía planes para Ana y María y les dio unos hijos que no esperaban. El hijo de Ana, Samuel, llegó a ser sacerdote y profeta en Israel, consejero de reyes. El hijo de María, Jesús, se convirtió en el Mesías, el Rey de Reyes.

En nuestra primera lectura, Ana cumple su promesa al Señor dedicando a Samuel a su servicio. En nuestra lectura del Evangelio, María testifica con alegría a Isabel la grandeza, el poder y la misericordia de Dios.

Cada uno de nosotros tiene una historia como la de Ana y María. Los detalles serán diferentes, pero todos podemos recordar un momento de nuestra vida en el que Dios hizo algo inesperado y maravilloso. Los regalos de Dios no vienen sólo en Navidad. - jc