God’s Mercy | La misericordia de Dios

Tuesday of the 6th Week in Ordinary Time

Genesis 6:5-8, 7:1-5, 10; Mark 8:14-21

If you’ve ever wondered whether God gets frustrated with us, today’s reading gives us a clear answer:  Yes!

In our passage from Genesis, God laments creating human beings because of our tendency to sin. The world isn’t moving in the direction God intended, and the best solution seems to be a “do over.”  God decides to destroy everything and start with a clean slate. But God doesn’t go that far because he sees in Noah a glimmer of hope.

In our gospel reading, Jesus is amazed at the density of his disciples.  They don’t understand his warning about the leaven of the scribes and Pharisees—their obstinance and lack of faith—because they don’t understand who he really is.

Fortunately for us, the Lord’s frustrations with our sinfulness and lack of faith are exceeded by his compassion, patience, and wisdom.  We are blessed by God’s mercy, and we pray to use it as motivation to grow and change, to be the people we were created to be. jc

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16 de febrero de 2021

Martes de la 6ª semana del tiempo ordinario

Génesis 6,5-8, 7,1-5, 10; Marcos 8,14-21

Si alguna vez te has preguntado si Dios se frustra con nosotros, la lectura de hoy nos da una respuesta clara:  ¡Sí!

En nuestro pasaje del Génesis, Dios se lamenta de haber creado a los seres humanos por nuestra tendencia a pecar. El mundo no va en la dirección que Dios quería, y la mejor solución parece ser un "volver a hacer".  Dios decide destruir todo y empezar de cero. Pero Dios no va tan lejos porque ve en Noé un rayo de esperanza.

En nuestra lectura del Evangelio, Jesús se asombra de la densidad de sus discípulos.  No entienden su advertencia sobre la levadura de los escribas y fariseos -su obstinación y falta de fe- porque no entienden quién es él realmente.

Afortunadamente para nosotros, las frustraciones del Señor con nuestra pecaminosidad y falta de fe son superadas por su compasión, paciencia y sabiduría.  Somos bendecidos por la misericordia de Dios, y rezamos para usarla como motivación para crecer y cambiar, para ser las personas que fuimos creadas para ser. jc