Good leadership | Buen liderazgo

Wednesday of the 12th Week in Ordinary Time

Genesis 15:1-12, 17-18; Matthew 7:15-20

There are countless books, talks, workshops and seminars on good leadership. Most of them focus on a leader’s effectiveness, e.g., how he or she serves and directs others, sets a vision, and fulfills a mission. Today’s readings invite us to look at the leader’s inner life and moral compass.

When God chose Abram to be the father of nations and to make a covenant, Abram was selected to be a leader. We often think of leaders as being resolute and having all the answers.  Abram, however, was willing to admit his uncertainty and ask God questions. He even endured a time of “deep, terrifying darkness” while waiting for God to seal their covenant. Good leaders work through fear instead of denying it or becoming paralyzed by it. They aren’t afraid to ask tough questions.

As he neared the end of his Sermon on the Mount, Jesus focused on two other qualities of leadership: integrity and influence. Good prophets, he reminded his disciples, are known by their fruits. These include their speech, their actions, and the legacies they leave in the people and communities they serve. False prophets, by contrast, are wolves in sheep’s clothing. They proclaim something other than the truth. They are instrumental and transactional. They lead others only to exploit them for their own purposes.

We pray for all who serve in roles of leadership and service and pray that they may not only be effective but also ethical, strong yet also humble, courageous and God-fearing. jc

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25 de junio de 2025

Miércoles de la 12.ª semana del tiempo ordinario

Génesis 15, 1-12. 17-18; Mateo 7, 15-20

Hay innumerables libros, charlas, talleres y seminarios sobre el buen liderazgo. La mayoría de ellos se centran en la eficacia de un líder, por ejemplo, cómo sirve y dirige a los demás, establece una visión y cumple una misión. Las lecturas de hoy nos invitan a fijarnos en la vida interior y la brújula moral del líder.

Cuando Dios eligió a Abram para ser el padre de las naciones y establecer una alianza, Abram fue seleccionado para ser líder. A menudo pensamos que los líderes son resueltos y tienen todas las respuestas. Sin embargo, Abram estaba dispuesto a admitir su incertidumbre y a hacer preguntas a Dios. Incluso soportó un tiempo de «profunda y aterradora oscuridad» mientras esperaba que Dios sellara su alianza. Los buenos líderes trabajan a través del miedo en lugar de negarlo o quedarse paralizados por él. No temen hacer preguntas difíciles.

Al acercarse al final de su Sermón de la Montaña, Jesús se centró en otras dos cualidades del liderazgo: la integridad y la influencia. Los buenos profetas, recordó a sus discípulos, se conocen por sus frutos. Estos incluyen sus palabras, sus acciones y el legado que dejan en las personas y comunidades a las que sirven. Los falsos profetas, por el contrario, son lobos con piel de cordero. Proclaman algo distinto de la verdad. Son instrumentales y transaccionales. Dirigen a otros solo para explotarlos en beneficio propio.

Oramos por todos los que desempeñan funciones de liderazgo y servicio, y pedimos que no solo sean eficaces, sino también éticos, fuertes pero también humildes, valientes y temerosos de Dios. jc

Asistencia de traducción por DeepL.com®