Grace in Word and Action | Gracia en Palabra y Acción

St. Hedwig, Religious; St. Margaret Mary Alacoque, Virgin
Galatians 5:18-25; Luke 11:42-46
In today’s gospel reading, Jesus continues his criticisms against those leaders who emphasize religious formalism over spiritual conversion. They obsess about the paying of tithes but neglect judgment and love for God. They compete for status and public recognition. They impose burdens on others but make no effort to help them.
Religious institutions, laws, or practices don’t automatically inoculate people against sin or the works of the flesh St. Paul lists in our first reading. They need to be accompanied by true conversion and the fruit of the Spirit: “love, joy, peace, patience, kindness, generosity, faithfulness, gentleness, self-control.”
When we go to confession, we are expected to note what we have do and failed to do. It is just as important, however, to examine our motivations. Sin, like grace and righteousness, is manifested in our words and actions; but its seeds are planted in our minds and hearts. - jc
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Santa Eduvigis, religiosa; Santa Margarita María Alacoque, virgen
Gálatas 5,18-25; Lucas 11,42-46
En la lectura del evangelio de hoy, Jesús prosigue sus críticas contra los dirigentes que dan más importancia al formalismo religioso que a la conversión espiritual. Se obsesionan con el pago de los diezmos, pero descuidan el juicio y el amor a Dios. Compiten por el estatus y el reconocimiento público. Imponen cargas a los demás, pero no se esfuerzan por ayudarles.
Las instituciones, leyes o prácticas religiosas no inoculan automáticamente a las personas contra el pecado o las obras de la carne que San Pablo enumera en nuestra primera lectura. Deben ir acompañadas de una verdadera conversión y del fruto del Espíritu: «amor, alegría, paz, paciencia, bondad, generosidad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí».
Cuando nos confesamos, se espera que tomemos nota de lo que hemos hecho y dejado de hacer. Sin embargo, es igualmente importante examinar nuestras motivaciones. El pecado, como la gracia y la justicia, se manifiesta en nuestras palabras y acciones; pero sus semillas están plantadas en nuestras mentes y corazones. - jc
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