Love and Commandments | Amor y Mandamientos

St. André Bessette (+1937)
1 John 4:19-5:4; Luke 4:14-22

John’s ethics in his letters were simple and clear: love God, love your brothers and sisters, and follow God’s commandments. But living in that love and following those commandments has never been easy. Our tendency to sin (concupiscence) causes us to shrink from love and disobey the commandments we find difficult or inconvenient.

God’s love and commandments, however, are designed for freedom. What Jesus read from Isaiah in the synagogue as he began his public ministry was a declaration of liberation for all who were poor, imprisoned, blind, or oppressed. He spent the rest of his earthly life fulfilling that declaration.

St. André Bessette, a contemporary of Bl. Solanus Casey, founded the Oratory of St. Joseph in Montreal. His compassionate care and prayers for those who were poor, sick, and suffering earned him the title, “Miracle Man of Montreal.” He embraced God’s love, including the cross, and that love overflowed to bless others. We pray for his spirit of humility, compassion, and generosity. - jc

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San Andrés Bessette (+1937)
1 Juan 4:19-5:4; Lucas 4:14-22

La ética de Juan en sus cartas era sencilla y clara: amar a Dios, amar a los hermanos y seguir los mandamientos de Dios. Pero vivir en ese amor y seguir esos mandamientos nunca ha sido fácil. Nuestra tendencia al pecado (concupiscencia) hace que nos alejemos del amor y desobedezcamos los mandamientos que nos resultan difíciles o inconvenientes.

Sin embargo, el amor y los mandamientos de Dios están diseñados para la libertad. Lo que Jesús leyó de Isaías en la sinagoga al comenzar su ministerio público fue una declaración de liberación para todos los pobres, encarcelados, ciegos u oprimidos. Pasó el resto de su vida terrenal cumpliendo esa declaración.

San Andrés Bessette, contemporáneo del beato Solanus Casey, fundó el Oratorio de San José en Montreal. Sus cuidados compasivos y sus oraciones por los pobres, los enfermos y los que sufren le valieron el título de "Hombre Milagro de Montreal". Abrazó el amor de Dios, incluida la cruz, y ese amor se desbordó para bendecir a los demás. Rezamos por su espíritu de humildad, compasión y generosidad. - jc