Luck of the Draw | Cuestión de Azar

St. Matthias, Apostle
Acts 1:15-17, 20-26; John 15:9-17

It seems like an odd way to choose a minister and leader. After a lot of discernment, careful selection of candidates, and prayer, Matthias becomes a member of the Twelve by…the luck of the draw?

Although the use of lots may seem to us to be a bit of a gamble, the disciples believed that God’s hand was in the process. It is easy to conclude that, since Matthias was placed among this prominent group of men, he must have drawn the longer straw. But given the fact that almost all his fellow apostles were martyred, it’s not hard to imagine that he drew the short straw!

What is ultimately important for us today, however, is less the drawing of lots or even the selection of Matthias. It’s the process that was used. The proper selection of ministers in the church today still depends on the engagement of the community, worthy candidates, prayer, discernment, and yes, the hand of God. That’s true whether they’re elected or appointed.

Once chosen, all ministers—lay, religious, clergy, men, women, young, and old—share the same fundamental ministry that Jesus outlines in today’s gospel passage: love and service. We are all called to lay down our lives for others. - jc 

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

San Matías, Apóstol
Hechos 1:15-17, 20-26; Juan 15:9-17

Parece una forma extraña de elegir a un ministro y líder. Después de mucho discernimiento, cuidadosa selección de candidatos y oración, Matías se convierte en miembro de los Doce por... ¿la suerte del sorteo?

Aunque el uso del sorteo puede parecernos un poco arriesgado, los discípulos creían que la mano de Dios estaba en el proceso. Es fácil concluir que, dado que Matías fue colocado entre este prominente grupo de hombres, debe haber sacado la paja más larga.  ¡Pero teniendo en cuenta que casi todos sus compañeros apóstoles fueron martirizados, no es difícil imaginar que le tocó la paja más corta!

Sin embargo, lo más importante para nosotros hoy no es el sorteo ni la selección de Matías. Es el proceso que se utilizó. La selección adecuada de los ministros en la iglesia hoy en día todavía depende del compromiso de la comunidad, los candidatos dignos, la oración, el discernimiento, y sí, la mano de Dios. Esto es cierto tanto si son elegidos como si son nombrados.

Una vez elegidos, todos los ministros -laicos, religiosos, clérigos, hombres, mujeres, jóvenes y ancianos- comparten el mismo ministerio fundamental que Jesús esboza en el pasaje del Evangelio de hoy: el amor y el servicio. Todos estamos llamados a dar la vida por los demás. - jc