No DIY Salvation | No DIY Salvación

St. John de Brébeuf, St. Isaac Jogues and Companions, Martyrs

Ephesians 1:1-10; Luke 12:13-21

A central part of St. Paul’s missionary effort was to free people from the delusion that they could save themselves by observing the Mosaic law. Since absolute observance of the law was required to justify oneself before God, and no human being was capable of such perfect observance, do-it-yourself salvation was impossible. We need help—God’s help—to be saved. We call that help grace.  

When we accept and live in God’s grace, we receive the gift of salvation and all the peace, joy, and love that comes with it. We realize with Paul that “we are his handiwork, created in Christ Jesus for good works that God has prepared in advance, that we should live in them.”  

But DIY salvation remains a temptation. In our gospel reading, a man who has been blessed with an abundant harvest and barns that are already overflowing decides that’s not enough. He wants to build larger barns to guarantee (he thinks) an even longer and prosperous life. But he soon discovers that he doesn’t have that power.  

Neither do we. Through the intercession of Ss. John de Brébeuf, St. Isaac Jogues and their companions, may we learn to trust in God and his grace. 

***

San Juan de Brébeuf, San Isaac Jogues y Compañeros, Mártires

Efesios 1:1-10; Lucas 12:13-21

Una parte central del esfuerzo misionero de San Pablo era liberar a la gente del engaño de que podían salvarse a sí mismos observando la ley de Moisés. Dado que se requería la observancia absoluta de la ley para justificarse ante Dios, y ningún ser humano era capaz de una observancia tan perfecta, la salvación por sí mismo era imposible.  Necesitamos ayuda -la ayuda de Dios- para ser salvados. A esa ayuda la llamamos gracia.  

Cuando aceptamos y vivimos en la gracia de Dios, recibimos el regalo de la salvación y toda la paz, alegría y amor que viene con ella. Nos damos cuenta con Pablo de que "somos obra suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras que Dios ha preparado de antemano, para que vivamos en ellas".  

Pero la salvación por medio del bricolaje sigue siendo una tentación. En nuestra lectura del evangelio, un hombre que ha sido bendecido con una abundante cosecha y graneros que ya están desbordados decide que no es suficiente. Quiere construir graneros más grandes para garantizar (según él) una vida aún más larga y próspera. Pero pronto descubre que no tiene ese poder.  

Tampoco nosotros. Por la intercesión de Ss. John de Brébeuf, St. Isaac Jogues y sus compañeros, que aprendamos a confiar en Dios y su gracia. 

- Capuchin Friar John Celichowski, OFM Cap.