No Win Situation | Situación sin salida

Memorial of St. Damasus I, Pope

Isaiah 48:17-19; Matthew 11:16-19

None of us likes to be put in a no-win situation, one in which our critics will never be satisfied. Jesus was no different.  He complained that the same religious leaders who attacked John the Baptist for his asceticism and his prophetic message now condemned him for scandalizing and confusing the (self) righteous by his ministry to and fellowship with tax collectors and other people publicly identified and condemned as sinners.

Jesus would have none that.  He noted that “Wisdom is vindicated by her works.”  He would demonstrate by his authoritative teaching, preaching, and healing power that he was the Messiah.  But many of the same people who rejected John also refused to believe in him because he wasn’t the Messiah they wanted or expected.  They eventually had him killed.

Whom do we expect Jesus to be?  In many ways, he and his teaching defy the political and ideological labels we like to use.  It’s tempting to be a “cafeteria Christian,” piling our spiritual plates only with the things which comfort us support our biases while ignoring or accepting only a bite of those that don’t.

Jesus wants us to accept all of it, even if it means a little spiritual indigestion.  Conversion isn’t meant to make us comfortable. jc

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

11 de diciembre de 2020

San Dámaso I, Papa

Isaías 48:17-19; Mateo 11:16-19

A ninguno de nosotros nos gusta que nos pongan en una situación sin salida, en la que nuestros críticos nunca estarán satisfechos. Jesús no era diferente.  Se quejó de que los mismos líderes religiosos que atacaron a Juan el Bautista por su ascetismo y su mensaje profético ahora lo condenaban por escandalizar y confundir a los (auto) justos por su ministerio y su compañerismo con los recaudadores de impuestos y otras personas públicamente identificadas y condenadas como pecadores. 

Jesús no quería eso.  Señaló que "La sabiduría es reivindicada por sus obras".  Demostraría con su enseñanza autorizada, su predicación y su poder de curación que él era el Mesías.  Pero muchas de las mismas personas que rechazaron a Juan también se negaron a creer en él porque no era el Mesías que querían o esperaban.  Al final hicieron que lo mataran. 

¿Quién esperamos que sea Jesús?  En muchos sentidos, él y su enseñanza desafían las etiquetas políticas e ideológicas que nos gusta usar.  Es tentador ser un "cristiano de cafetería", apilando nuestros platos espirituales sólo con las cosas que nos reconfortan, apoyando nuestros prejuicios mientras ignoramos o aceptamos sólo un poco de los que no lo hacen. 

Jesús quiere que lo aceptemos todo, aunque signifique un poco de indigestión espiritual.  La conversión no está destinada a hacernos sentir cómodos. jc