Peace through Mary and Jesus | Paz por Medio de María y Jesús

Solemnity of Mary, Mother of God/ World Day of Peace/ New Year’s Day
Numbers 6:22-27; Galatians 4:4-7; Luke 2:16-21

As you can see from the heading on this post, there’s a lot going on today…and I haven’t even mentioned college football bowl games!

For many, New Year’s Day has two primary purposes: (1) recovery from New Year’s Eve; and (2) perhaps related to (1), making resolutions, most of which won’t survive the month of January. On a slightly more serious note, the turning of the page from 2024 to 2025 gives everyone an opportunity for a fresh start in whatever areas of our lives need attention: health, relationships, work, finances, etc.

Today is also the 58th World Day of Peace. In his annual message for the day, Pope Francis invites us to undertake “a renewed journey of hope, born of the experience of God’s unlimited mercy” (9).

The Pope offers three proposals to spread the grace and hope that God has given us to the whole world. First, he challenges the wealthier nations of the world to reduce or substantially eliminate the economic and now environmental debts burdening many people in poorer and developing nations. Second, he asks for a renewed commitment to upholding the sanctity and dignity of human life from conception until natural death. Finally, he calls for the nations of the world to set aside a percentage of the funds they spend on weapons and devote that portion to fighting hunger, promoting sustainable development, and addressing the devastating effects of climate change.

On the Church’s liturgical calendar, however, the celebration that has precedence is honoring the Blessed Virgin Mary as the Mother of God, in Greek, the Theotokos. This essential article of our faith wasn’t established until the Council of Ephesus in 431 CE.

Why did it take four centuries from the time of Jesus, the Son of God, to affirm that Mary was the Mother of God? It has less to do with Mary than Jesus himself. It took several centuries for the Church to solemnly declare that Jesus was fully human and fully divine, something we express in the Nicene Creed when we proclaim that he was “born of the Father before all ages, God from God, Light from Light, true God from true God.” The more we know Jesus, the better we appreciate his mother, and we can grow in trust that our devotion to her will lead us to him.

Though simple men, the shepherds in today’s gospel reading seemed to understand that when they went to Bethlehem and saw an infant lying in a manger, they were seeing their “savior...Messiah and Lord,” just as the angels had promised (c.f. Luke 2:8-14). What they received from the angels, they shared with Mary and Joseph. It was another thing that Mary would treasure in her heart as she grew to understand her son and his mission. Through her intercession, may we follow her example and live more fully what we have learned. - jc

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Solemnidad de María, Madre de Dios/ Día Mundial de la Paz/ Año Nuevo
Números 6:22-27; Gálatas 4:4-7; Lucas 2:16-21

Como puede ver en el encabezamiento de esta entrada, hoy hay mucho que hacer... ¡y ni siquiera he mencionado los partidos de fútbol americano universitario!

Para muchos, el día de Año Nuevo tiene dos propósitos principales: (1) recuperarse de la Nochevieja; y (2) quizás relacionado con (1), hacer propósitos, la mayoría de los cuales no sobrevivirán al mes de enero. Hablando un poco más en serio, pasar página de 2024 a 2025 nos da a todos la oportunidad de empezar de nuevo en cualquier aspecto de nuestras vidas que requiera atención: salud, relaciones, trabajo, finanzas, etc.

Hoy también se celebra la 58ª Jornada Mundial de la Paz. En su mensaje anual para esta jornada, el Papa Francisco nos invita a emprender «un renovado camino de esperanza, nacido de la experiencia de la misericordia sin límites de Dios» (9).

El Papa ofrece tres propuestas para difundir en todo el mundo la gracia y la esperanza que Dios nos ha dado. En primer lugar, desafía a las naciones más ricas del mundo a reducir o eliminar sustancialmente las deudas económicas y ahora medioambientales que pesan sobre muchas personas en las naciones más pobres y en vías de desarrollo. En segundo lugar, pide un compromiso renovado para defender la santidad y la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Por último, pide a las naciones del mundo que reserven un porcentaje de los fondos que gastan en armamento y dediquen esa parte a luchar contra el hambre, promover el desarrollo sostenible y hacer frente a los efectos devastadores del cambio climático.

En el calendario litúrgico de la Iglesia, sin embargo, la celebración que tiene precedencia es la que honra a la Santísima Virgen María como Madre de Dios, en griego, la Theotokos. Este artículo esencial de nuestra fe no se estableció hasta el Concilio de Éfeso en el año 431 de nuestra era.

¿Por qué tuvieron que pasar cuatro siglos desde la época de Jesús, el Hijo de Dios, para afirmar que María era la Madre de Dios? No tiene tanto que ver con María como con el propio Jesús. La Iglesia tardó varios siglos en declarar solemnemente que Jesús era plenamente humano y plenamente divino, algo que expresamos en el Credo de Nicea cuando proclamamos que era «nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero». Cuanto más conocemos a Jesús, mejor apreciamos a su Madre, y podemos crecer en la confianza de que nuestra devoción a ella nos conducirá a Él.

Aunque eran hombres sencillos, los pastores de la lectura del Evangelio de hoy parecían comprender que, cuando fueron a Belén y vieron a un niño acostado en un pesebre, estaban viendo a su «salvador... Mesías y Señor», tal como habían prometido los ángeles (cfr. Lc 2, 8-14). Lo que recibieron de los ángeles, lo compartieron con María y José. Fue otra cosa que María atesoraría en su corazón a medida que iba comprendiendo a su hijo y su misión. Que, por su intercesión, sigamos su ejemplo y vivamos más plenamente lo que hemos aprendido. - jc

Asistencia de traducción por DeepL.com®