Poison | Venemo

Memorial of St. Scholastica

Genesis 2:4b-9, 15-17; Mark 7:14-23

What do human beings have in common with scorpions, wasps, and rattlesnakes?  We can create our own poison.  In today’s gospel reading, Jesus lists some of them: “evil thoughts, unchastity, theft, murder, adultery, greed, malice, deceit, licentiousness, envy, blasphemy, arrogance, folly.”

Unlike those other creatures, however, human beings possess an additional capacity:  we can poison ourselves as well as others.  Many of the divisions that we see in society and in the church today are because of the poisons we manufacture and then also consume within ourselves.

God, our first reading reminds us, brought us to life with divine breath.  We were created to be vessels of the Spirit, not bottles of poison.  Through the intercession of St. Scholastica, may we encourage and challenge each other to grow in holiness like she did with her twin brother, St. Benedict. jc  

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Memoria de Santa Escolástica

Génesis 2:4b-9, 15-17; Marcos 7:14-23

¿Qué tenemos los seres humanos en común con los escorpiones, las avispas y las serpientes de cascabel?  Podemos crear nuestro propio veneno.  En la lectura del evangelio de hoy, Jesús enumera algunos de ellos: "los malos pensamientos, la impudicia, el robo, el asesinato, el adulterio, la avaricia, la malicia, el engaño, el libertinaje, la envidia, la blasfemia, la arrogancia, la insensatez".

Sin embargo, a diferencia de esas otras criaturas, los seres humanos poseemos una capacidad adicional: podemos envenenarnos a nosotros mismos y a los demás.  Muchas de las divisiones que vemos en la sociedad y en la iglesia hoy en día se deben a los venenos que fabricamos y luego también consumimos en nuestro interior.

Dios, nos recuerda nuestra primera lectura, nos dio vida con el aliento divino.  Fuimos creados para ser vasos del Espíritu, no botellas de veneno.  Que, por la intercesión de Santa Escolástica, nos animemos y desafiemos a crecer en santidad como ella lo hizo con su hermano gemelo, San Benito. jc