Prophetic Authority | Autoridad Profética

St. Lucy
Numbers 24:2-7, 15-17a; Matthew 21:23-27

Prophetic authority is divinely derivative: it comes from God and not from us. Balaam was called upon to curse Israel, but because he heard only what God said, saw as God saw, and knew what God knew, he could only bless Israel.

John the Baptist’s prophetic message of repentance and his mission to prepare the way for Jesus came from God. The people who came to see him at the river Jordan sensed this, but many of their religious leaders could not. Their hearts and minds were closed.

Prophetic authority is also a gift. It doesn’t depend on social status, education, or training. Sojourner Truth was a formerly enslaved woman who was a prophetic preacher and champion for an array of causes, including women’s and civil rights and the abolition of slavery. In 2009 a memorial bust of her was unveiled at the Visitors Center of the U.S. Capitol. Her life and those of the many prophets in history remind us that when prophetic authority is given, it must be received humbly, cultivated diligently, and used boldly in service to God’s people and for God’s greater glory. 

----------------------------------------------------------------------------------------

Santa Lucía
Números 24:2-7, 15-17a; Mateo 21:23-27

La autoridad profética es divinamente derivada: viene de Dios y no de nosotros. Balaam fue llamado a maldecir a Israel, pero como sólo oía lo que Dios decía, veía como Dios veía y sabía lo que Dios sabía, sólo podía bendecir a Israel.

El mensaje profético de arrepentimiento de Juan el Bautista y su misión de preparar el camino de Jesús procedían de Dios. La gente que vino a verlo al río Jordán lo percibió, pero muchos de sus líderes religiosos no pudieron. Sus corazones y mentes estaban cerrados.

La autoridad profética también es un don. No depende del estatus social, la educación o la formación. Sojourner Truth fue una mujer anteriormente esclavizada que fue una predicadora profética y defensora de una serie de causas, como la abolición de la esclavitud y los derechos civiles y de la mujer. En 2009 se inauguró un busto conmemorativo suyo en el Centro de Visitantes del Capitolio de Estados Unidos. Su vida y la de muchos profetas de la historia nos recuerdan que, cuando se otorga la autoridad profética, hay que recibirla con humildad, cultivarla con diligencia y utilizarla con audacia al servicio del pueblo de Dios y para su mayor gloria.