Righteousness and Compassion | Rectitud y Compasión

Isaiah 23:5-8; Matthew 1:18-25

One of the challenges that the church faces in the pastoral care of our members and others is to work out the balance between our desires for righteousness and compassion.

To uphold the revealed truth, tradition, and righteousness too rigidly can neglect compassion for people in their concrete situations.  However, putting too much emphasis on compassion and making too many allowances for our human weakness can render truth and tradition relative to the point of meaninglessness.

St. Joseph is a model of one who tried to balance the demands of righteousness with the need for compassion.  When he found that Mary, his betrothed, was pregnant he must have been shocked, disappointed, and angry.  He knew he wasn’t the father of her child.  The law gave him the right to expose Mary not only to shame but also to death by stoning.  For some, that would have been the righteous thing to do.

But not for Joseph.  He could not see himself supporting the legally sanctioned killing of his betrothed and her unborn child.  He decided instead to quietly divorce her.  They would go their separate ways.  It was the most righteous, lawful, and compassionate thing he could do under the circumstances.

God, however, had other plans.  An angel came to Joseph in a dream, revealed the origins of the child.  God called him to a greater act of compassion.  Joseph agreed to serve as Jesus’ earthly father, and we have all been blessed because of it. jc

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18 de diciembre de 2020

Isaías 23:5-8; Mateo 1:18-25

Uno de los desafíos que la iglesia enfrenta en el cuidado pastoral de nuestros miembros y otros es trabajar el equilibrio entre nuestros deseos de rectitud y compasión.

Defender la verdad revelada, la tradición y la rectitud de manera demasiado rígida puede descuidar la compasión por las personas en sus situaciones concretas.  Sin embargo, poner demasiado énfasis en la compasión y hacer demasiadas concesiones a nuestra debilidad humana puede hacer que la verdad y la tradición sean relativas hasta el punto de carecer de sentido.

San José es un modelo de alguien que trató de equilibrar las exigencias de la rectitud con la necesidad de compasión.  Cuando se enteró de que María, su prometida, estaba embarazada, debe haberse sorprendido, decepcionado y enojado.  Sabía que no era el padre de su hijo.  La ley le dio el derecho de exponer a María no sólo a la vergüenza sino también a la muerte por lapidación.  Para algunos, eso habría sido lo correcto.

Pero no para José.  No podía verse apoyando el asesinato legalmente sancionado de su prometida y su hijo no nacido.  Decidió, en cambio, divorciarse tranquilamente de ella.  Tomarían caminos separados.  Era la cosa más justa, legal y compasiva que podía hacer bajo las circunstancias.

Dios, sin embargo, tenía otros planes.  Un ángel vino a José en un sueño, reveló los orígenes del niño.  Dios lo llamó a un mayor acto de compasión.  José aceptó servir como padre terrenal de Jesús, y todos hemos sido bendecidos por ello. jc