The Heart | El Corazón

St. Agatha
1 Kings 3:4-13; Mark 6:30-34

In the Bible, the heart is the center of one’s being. The heart is the place where one finds value, meaning, and direction. It is where one can encounter God most profoundly.

When Solomon, the new King of Israel, came before God at Gibeon, God gave him the opportunity to ask for anything he wanted. Remembering what God had done for him and his father David, reflecting on his youth and inexperience, and considering the immensity of the task before him, Solomon asked for “an understanding heart to judge your people and to distinguish right from wrong.” Moved by Solomon’s humility and priorities, God gave him in abundance what he requested, along with the riches and glory that many kings sought.

When Jesus sought to take a break with his disciples in a quiet and deserted place, it didn’t take long for people to find them. Instead of becoming irritated, “his heart was moved with pity for them…and he began to teach them many things.” He was a true shepherd to his people.

St. Agatha, a third-century martyr, endured a series of painful and humiliating tortures rather than turn from her vocation to serve God alone. In the midst of them, she prayed, “Jesus Christ, Lord of all, you see my heart, you know my desires. Possess all that I am. I am your sheep: make me worthy to overcome the devil.” God made her worthy. Because of what she endured, she is the patron of those with breast cancer, rape survivors, and those seeking protection from fire.

God wants our hearts to be in the right place and to have a place in our hearts. - jc

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Santa Águeda
1 Reyes 3,4-13; Marcos 6,30-34

En la Biblia, el corazón es el centro del ser. El corazón es el lugar donde uno encuentra valor, significado y dirección. Es donde uno puede encontrar a Dios más profundamente.

Cuando Salomón, el nuevo rey de Israel, se presentó ante Dios en Gabaón, Dios le dio la oportunidad de pedir todo lo que quisiera. Recordando lo que Dios había hecho por él y por su padre David, reflexionando sobre su juventud e inexperiencia, y considerando la inmensidad de la tarea que tenía por delante, Salomón pidió "un corazón comprensivo para juzgar a tu pueblo y distinguir el bien del mal." Conmovido por la humildad y las prioridades de Salomón, Dios le concedió en abundancia lo que pedía, junto con las riquezas y la gloria que muchos reyes buscaban.

Cuando Jesús quiso tomarse un descanso con sus discípulos en un lugar tranquilo y desierto, no tardaron en encontrarlos. En lugar de irritarse, "su corazón se compadeció de ellos... y comenzó a enseñarles muchas cosas". Era un verdadero pastor para su pueblo.

Santa Águeda, mártir del siglo III, soportó una serie de torturas dolorosas y humillantes antes que apartarse de su vocación de servir sólo a Dios. En medio de ellos rezó: "Jesucristo, Señor de todo, tú ves mi corazón, tú conoces mis deseos. Posee todo lo que soy. Soy tu oveja: hazme digna de vencer al diablo". Dios la hizo digna. Por lo que soportó, es la patrona de las enfermas  cáncer de mama, de los supervivientes de violaciones y de los que buscan protección contra el fuego.

Dios quiere que nuestros corazones estén en el lugar correcto y que tengan un lugar en nuestros corazones. - jc