The sin of presumption | El pecado de la presunción
Memorial of St. Rita of Cascia
We don’t talk much about the sin of presumption, but it is no less real. The idea (i.e., the delusion) that we know more than we really do is a form of pride, one of the Seven Deadly Sins. Today’s readings caution us to avoid presumption.
In his letter, James urges us to not be too certain about our plans or what tomorrow will bring. He doesn’t criticize planning itself but rather the casual expectation that life will automatically conform to our desires and schedules. Experience tells us that it often doesn’t work out that way. Instead, James counsels us to be open to God’s will, whatever it may be.
Jesus addresses a different form of presumption in our gospel reading. When John informs him that he and the other disciples tried to stop someone else from driving out demons in Jesus’ name, the Lord tells him to get out of the way and not impede a good deed done with the right intention. Just because someone doesn’t follow us or isn’t part of our group or tribe doesn’t mean they’re incapable of doing the Lord’s work.
St. Rita of Cascia had a difficult early adulthood. She was married to an abusive man for 18 years at a time (the 15th century) when leaving such a situation was difficult if not impossible. After he was murdered, she wanted to become a nun but was refused because she was not a virgin and had been married. Sensing that God’s will was for her to be a nun, she persisted and was finally admitted to the Augustinians, where her holiness revealed itself over the next 40 years.
The life she came to live was probably nothing like what she imagined on her wedding day. But she became a saint because of it. jc
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Memorial de Santa Rita de Casia
Santiago 4,13-17; Marcos 9,38-40
Hablamos poco del pecado de presunción, pero no por ello es menos real. La idea (es decir, la ilusión) de que sabemos más de lo que realmente sabemos es una forma de orgullo, uno de los Siete Pecados Capitales. Las lecturas de hoy nos advierten que evitemos la presunción.
En su carta, Santiago nos exhorta a no estar demasiado seguros de nuestros planes o de lo que nos deparará el mañana. No critica la planificación en sí, sino la expectativa casual de que la vida se ajustará automáticamente a nuestros deseos y horarios. La experiencia nos dice que a menudo no es así. En cambio, Santiago nos aconseja estar abiertos a la voluntad de Dios, sea cual sea.
Jesús aborda una forma distinta de presunción en nuestra lectura del Evangelio. Cuando Juan le informa de que él y los demás discípulos intentaron impedir que otra persona expulsara demonios en nombre de Jesús, el Señor le dice que se aparte y no impida una buena obra hecha con la intención correcta. El hecho de que alguien no nos siga o no forme parte de nuestro grupo o tribu no significa que sea incapaz de hacer la obra del Señor.
Santa Rita de Casia tuvo unos primeros años de vida difíciles. Estuvo casada con un hombre que la maltrataba durante 18 años, en una época (siglo XV) en la que dejar una situación así era difícil, si no imposible. Después de que él fuera asesinado, ella quiso hacerse monja, pero se lo negaron porque no era virgen y había estado casada. Sintiendo que la voluntad de Dios era que fuera monja, persistió y finalmente fue admitida en las Agustinas, donde su santidad se reveló durante los siguientes 40 años.
La vida que llegó a vivir probablemente no se parecía en nada a la que imaginó el día de su boda. Pero gracias a ello se hizo santa. jc
Asistencia de traducción por DeepL.com.