Trouble | Problema

Saturday of the 7th Week of Easter
Acts 19:1-8; John 16:29-33

Talk about stating the obvious.

“In the world,” Jesus warns us, “you will have trouble.” And so it is. Every day we encounter some form of trouble. It can be a relative inconvenience like crawling through traffic during rush hour. Sometimes it can be more serious, like a traffic accident. 

Some forms of trouble—illness, disability, a troubled marriage—are very personal. Others—climate change, Covid-19, a ship stuck in the Suez Canal—have global implications. Some troubles—a lost wi-fi signal, a dead mobile phone battery, the hiccups—are temporary. Others—grief over the loss of a loved one, religious persecution, historical trauma—are more persistent.

Whatever form it takes, trouble is a fact of human life. Thankfully, with his warning about trouble, Jesus also offers us this assurance: “Take courage, I have overcome the world.” That’s not always easy to remember, especially when that trouble confronts us. But the more we remember Jesus’ words of hope and faith, the more we can experience his saving help. That word may not fix the trouble at hand, but it can fix us enough to work through it and, with God’s grace, to overcome it. jc 

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Sábado de la 7ª semana de Pascua
Hechos 19:1-8; Juan 16:29-33

Hablando de decir lo obvio.

"En el mundo", nos advierte Jesús, "tendréis problemas". Y así es. Todos los días nos encontramos con algún tipo de problema. Puede ser un inconveniente relativo, como arrastrarse por el tráfico en hora punta. A veces puede ser más grave, como un accidente de tráfico.

Algunas formas de problemas -enfermedad, discapacidad, un matrimonio problemático- son muy personales. Otros -el cambio climático, Covid-19, un barco atascado en el Canal de Suez- tienen implicaciones globales. Algunos problemas -la pérdida de la señal de wi-fi, el agotamiento de la batería del teléfono móvil, el hipo- son temporales. Otros -el dolor por la pérdida de un ser querido, la persecución religiosa, el trauma histórico- son más persistentes.

Sea cual sea la forma que adopte, los problemas son un hecho de la vida humana.  Afortunadamente, junto con su advertencia sobre los problemas, Jesús también nos ofrece esta seguridad: "Ánimo, yo he vencido al mundo". Esto no siempre es fácil de recordar, especialmente cuando los problemas nos afectan. Pero cuanto más recordemos las palabras de esperanza y fe de Jesús, más podremos experimentar su ayuda salvadora. Puede que esa palabra no solucione el problema en cuestión, pero puede arreglarnos lo suficiente como para trabajar a través de él y, con la gracia de Dios, superarlo. jc