With a Father’s Heart | Con corazón de padre

Solemnity of St. Joseph

2 Samuel 7:4-5a, 12-14a, 16; Romans 4:13, 16-18, 22; Matthew 1:16, 18-21, 24a

Late last year, Pope Francis issued the apostolic letter Patris corde (“With a Father’s Heart).  He declared a special year to commemorate the 150th anniversary of the declaration making St. Joseph Patron of the Universal Church.  Today, we celebrate one of two days of the church year especially dedicated to him. (The other is the optional memorial of St. Joseph the Worker on May 1.)

Our scripture readings today invite us to consider St. Joseph as a man of faith. He was faithful to Mary, his betrothed.  He was faithful to the law of his ancestors, but he was unwilling to expose Mary to its harshest elements.  He was faithful to God’s will.  Finally, he was faithful to the incredible mission he was given to serve as the earthly father to Jesus, Emmanuel, God with us.

In his faith, Joseph had to overcome what were surely many questions and doubts.  In his faith, he handed on to Jesus not only a trade (carpentry) but also a religious tradition and trust in God’s providence.  The gospels testify that Jesus never forgot what he received from Joseph.

At the end of Patris corde, Pope Francis gives us this prayer:

Hail, Guardian of the Redeemer,
Spouse of the Blessed Virgin Mary.
To you God entrusted his only Son;
in you Mary placed her trust;
with you Christ became man.

Blessed Joseph, to us too,
show yourself a father
and guide us in the path of life.
Obtain for us grace, mercy, and courage,
and defend us from every evil.  Amen.

St. Joseph, husband of Mary and father to Jesus, pray for us! jc

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19 de marzo de 2021

Solemnidad de San José

2 Samuel 7:4-5a, 12-14a, 16; Romanos 4:13, 16-18, 22; Mateo 1:16, 18-21, 24a

A finales del año pasado, el Papa Francisco publicó la carta apostólica Patris corde ("Con corazón de padre").  Declaró un año especial para conmemorar el 150 aniversario de la declaración que hacía a San José Patrono de la Iglesia Universal.  Hoy celebramos uno de los dos días del año eclesiástico especialmente dedicados a él. (El otro es la conmemoración opcional de San José Obrero, el 1 de mayo).

Nuestras lecturas bíblicas de hoy nos invitan a considerar a San José como un hombre de fe. Fue fiel a María, su prometida.  Fue fiel a la ley de sus antepasados, pero no quiso exponer a María a sus elementos más duros.  Fue fiel a la voluntad de Dios.  Por último, fue fiel a la increíble misión que se le encomendó de servir de padre terrenal a Jesús, Emmanuel, Dios con nosotros.

En su fe, José tuvo que superar lo que seguramente fueron muchas preguntas y dudas.  En su fe, transmitió a Jesús no sólo un oficio (la carpintería), sino también una tradición religiosa y la confianza en la providencia de Dios.  Los evangelios atestiguan que Jesús nunca olvidó lo que recibió de José.

Al final de la Patris corde, el Papa Francisco nos regala esta oración:

 

Salve, Guardián del Redentor,

Esposo de la Santísima Virgen María.

A ti Dios confió a su único Hijo;

en ti María puso su confianza;

contigo Cristo se hizo hombre.

Bendito José, también para nosotros

muéstrate como padre

y guíanos en el camino de la vida.

Obtén para nosotros gracia, misericordia y valor

y defiéndenos de todo mal.  Amén.

 

San José, esposo de María y padre de Jesús, ruega por nosotros. jc